Fabricada en acero, garante de su elogiada rigidez, la Vespa de aceite se pone al día en 2012 en lo que toca a la mecánica. De hecho, su diseño y arquitectura no se han visto alterados, de modo que mantiene soluciones prácticas para el uso diario como el cofre cerrado en el dorso del escudo, un generoso hueco oculto por el sillín donde meter dos cascos jet o la instrumentación analógica, práctica y sencilla de leer.
La versión tope de gama 300 GTS i.e. recibe «guiños» exclusivos, como elementos cromados sobre el frontal y el guardabarros, cubiertas 120/70 y 130/70 con llantas de 12 pulgadas… La parte ciclo se completa con el habitual diseño de brazo exterior delantero y doble amortiguador trasero hidráulico ajustable anclado al escape y el cárter de la transmisión (variador tipo CVT), con doble disco de freno de 220 mm.
Sin embargo, en el pasado Salón EICMA estrenaba un rectificado propulsor monocilíndrico decuatro tiempos, 278 cc, cuatro válvulas por cilindro, refrigeración líquida y nueva alimentación mediante inyección electrónica. Rinde 22 CV a 7.500 rpm, además de 22,3 Nm de par máximo a 5.000 vueltas.
Esta modernizada mecánica no sólo debe permitir una respuesta aún más contundente en toda la banda de funcionamiento, con gran equilibrado para uso urbano y periférico, sobre todo con acompañante, sino sobre todo superar la normativa de emisiones EU3.
Según el fabricante italiano, el nuevo motor también es más silencioso y enérgico en términos deportivos. Cuenta, de paso, con sistema de rueda libre en baño de aceite que reduce la rumorosidad del arranque. En la misma línea, añade nueva carcasa de propulsor y mejora la refrigeración de la transmisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario