martes, 26 de abril de 2011

Trabajo de diseño de Cesare Aceti para la Universidad de Málaga


Identidad, visión y valores fundamentales de la Vespa.

La construcción de la identidad de marca es un proceso articulado que requiere una larga planificación: la construcción de un sistema de valores, el diseño de todas las componentes estéticas, de imagen y de comunicación al público que necesariamente deben estar en consonancia con la identidad corporativa[1].
La Vespa Piaggio, puede ser un ejemplo de una identidad de marca clara y definida, tanto que su éxito ha llegado hasta nuestros días, representando un símbolo del Made in Italy.
Con más de dieciséis millones de piezas en todo el mundo, la Vespa nació en 1945 como una combinación perfecta de funcionalidad, creatividad, racionalización productiva y elegancia.
Nacida femenina, ya en el diseño así como en el nombre, desde el principio ha sido capaz de ponerse en contacto con las mujeres y los jóvenes, nuevos protagonistas de los costumbres modernos: con nuevas líneas, colores y un nuevo lenguaje para comunicar. La Vespa ha crecido junto a su empresa y al país italiano, superó las fronteras y en Europa, América y Asia ya ha encontrado su patria adoptiva.
El nombre del vehículo fue acuñado por el Sr. Enrico Piaggio que delante del prototipo MP6, afirmò: “Se parece a una Avispa”. Y así nació la Vespa. [2]
La Vespa pertenece a la restringida elite de productos industriales que han conservado prácticamente intacta su forma desde el momento de su aparición hasta nuestros días.
En abril de 1946, el scooter Vespa fue presentado al público en el club de golf de Roma. Los primeros cincuenta ejemplares fueron construidos en la fábrica de Pontedera (Pisa) y en su primer año de vida se fabricaron 2484 piezas.
Fue el comienzo de la aventura de la motocicleta más famosa del mundo. El modelo Vespa 98 versión de lujo se vendió a 66.000 liras (34 euros).
Aunque ha experimentado ligeras variaciones en su diseño, ha mantenido sus prestaciones y la misma carga expresiva original.
En el 2010 la nueva Vespa GTV “Via Montenapoleone”, recupera los elementos estilísticos más significativos y funcionales del antiguo modelo, convirtiendo en único y atemporal el nuevo ejemplar, inspirado en la “vía de la moda” de Milán.
La posición del grupo óptico sobre el guardabarros delantero es un apelo explícito a los orígenes de Vespa, así como el manillar, que en la primera Vespa se caracterizaba por la simplicidad del tubo metálico.
El sillín es para dos personas y realizado en eco-piel y, como en la Vespa original, está dividido en dos partes bien distintas. La Vespa GTV “Via Montenapoleone” está a la venta por 5.900 Euro.


[1] Good design is good business” Joan Costa citando a H. Cole (pag. 109).
[2] La fonética de un nombre audible equivale a la estética del nombre visible. Como afirma Joan Costa: “….las palabras contienen aire audible (pag. 25).






Vespa 98
Año de fabricación: 1946
Motor: monocilíndrico dos tiempos.
Cilindro horizontal de hierro fundido
Diámetro: 50 mm
Carrera: 50 mm
Cilindrada: 98 cc
Velocidad máxima: 60 km/h
Suspensión delantera: elástica,
muelle espiral de acero.
Neumáticos: 3.50-8 "
Frenos: de tambor
Vespa GTV 300 “Via Montenapoleone”
Año de fabricación: 2010
Motor: Monocilíndrico 4 tiempos, 4 válvulas,
Cilindrada: 278cc
Diámetro/carrera: 75/63mm
Embrague: Automático
Cambio: Variador automático CVT
Chasis: Carrocería de chapa de acero
Suspensión delantera: Monobrazo con muelle helicoidal y mono amortiguador hidráulico.
Neumático: Tubeless 120/70-12”
Frenos: Disco ø 220mm  




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EL LOGOTIPO.
El escudo heráldico de la empresa Piaggio es clásico y de gran sobriedad, potenciado por la tipografía Bodoni, con una gran inicial blanco sobre fondos azules. En la Vespa 98 de 1946 apareció, por primera vez, el nuevo logotipo hexagonal diseñado por el arquitecto turinés Emilio de Silva,  que sustituyó al anterior emblema aeronáutico de la empresa Piaggio.
Las consonantes presentes en el nombre Piaggio son la “p” y la “g”. Componiéndolas oportunamente se obtiene el aspecto estilizado del producto Piaggio-Vespa, esbozado arriba. El logo es dinámico, moderno, fuerte y evoca rapidez. Y el perfil exterior, añade su creador, es “una colmena o celdilla exagonal, simbolismo atribuible a la fabrica Piaggio en función de los productos que fabrica. Una forma plana, perfec




El Oscar ganado en 1953 por Vacanze Romane debería haber sido para la Vespa, porque mientras Gregory Peck cortejaba a Audrey Hepburn, el mundo se enamoró de la Vespa. La película de William Wyler es el filme que más ha contribuido a convertir la Vespa en un rasgo característico de la época. Pero no es el único.
Si mis cálculos no fallan, la Vespa ha aparecido en posición relevante en mas de cien filmes. Imposible contarlos todos, en este trabajo. Pero si algunos.
En la Dolce Vita (Fellini, 1960) llega Sylvia: una rubia y despampanante Anita Ekberg al centro de una comitiva de paparazzi que, montando sus Vespa, escoltan la diva en dirección del centro de Roma.
Grandes películas y, por tanto, grandes directores: Pasolini que en Mamma Roma (1962) hace circular en Vespa a Franco Citti y Anna Magnani en las secuencias iniciales. No falta Luchino Visconti, que en 1951, al rodar Bellissima, decide que Walter Chiari no dude en gastar los ahorros en comprar una Vespa.
En 1957, Dino Risi en Poveri ma belli hace que los dos protagonistas sean amigos y rivales para conquistar a una soberbia Sylva Koscina y la Vespa, entre tanto, se anunciaba ya en el cartel.

Mas adelante nos encontramos con los filmes “musicarello”, películas a veces modestas cuya frágil trama no es mas que un pretexto para hacer una exhibición de los cantantes de moda, acompañados con una Vespa como: Adriano Celentano junto con Chet Baker, Mina, Peppino di Capri, Joe Sentieri y Marilu Tolo en Urlatori alla Sbarra (Lucio Fulci, 1960).
 
La moto regresaría en 1970 con la vuelta del fenómeno mod en Quadrophenia, con Sting en el papel de Ace Face, montado en su esplendida Vespa GS.
En Absolute beginners, una película de Julian Temple con una excelente banda sonora de David Bowie, vuelve a poner en escena los modelos de la época.
La moda continua y entre las apariciones de la Vespa en la gran pantalla cabe recordar la de Of love and shadows con Antonio Banderas (Betty Kaplan, 1994), o el Talento de Mr. Ripley (Anthony Mingella, 1999). El modelo Vespa ET aparece en una gran producción de Walt Disney dirigida por Stephen Herek: 101 dálmatas (1996).

Nanni Moretti en su película Caro diario (1999) encima de una Vespa GS Sprint vaguea por las calles de la ciudad de Roma, mientras que en Alfie (Charles Shyer, 2004) Judie Law pasea por las calles de New York con una Vespa blanco-azul, así como Nicole Kidman circula en las vías de Manhattan con una Vespa amarilla en la película The Interpreter (Sydney Pollack, 2005).

En las películas Vespa ha sido “compañera de viaje” de muchos actores cuales – y solo para recordar algunos – Raquel Welch, Ursula Andress, Geraldine Chaplin, Joan Collins, Jayne Mansfield, Virna Lisi, Milla Jovovich, Marcello Mastroianni, Charlton Heston, John Wayne, Henry Fonda, Vittorio Gasmann, Gary Cooper, Anthony Perkins, Jean-Paul Belmondo, Nanni Moretti, Sting, Antonio Banderas, Matt Damon, Gérard Depardieu, Jude Law, Eddie Murphy, Owen Wilson e Nicole Kidman.

BIBLIOGRAFÍA
AAVV Vespa: una aventura sobre ruedas, Susaeta Ediciones S.A. Madrid
COSTA, J. La forma de las ideas, Costa Punto Com, Barcelona 2008.

SITOGRAFÍA

 







 La VESPA y el séptimo arte







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